Hace ahora justo un año que Tardes de Garaje daba su último concierto. Aquello fue antes de la pandemia, por lo que volver a disfrutar de un escenario en directo parecía ya casi imposible. Pero nunca hay que olvidar que en Garaje somos expertos en superar los contratiempos y salir de ellos con más ganas e impulso.
Por eso, el que los días 12 y 13 de febrero estuviéramos protagonizando en el Centro Botín una de sus On Session, pasó de ser un proyecto ilusionante a una realidad palpable.
El día 12 llegamos a Santander todo el equipo de Tardes de Garaje, con tantas ganas de escenario y como de experiencias. La ciudad nos recibió de la mejor manera posible: proyectando nuestros vídeos en las impresionantes pantallas exteriores del Centro Botín, en el paseo de Pereda, una auténtica locura. Hasta el periódico El Diario Montañés nos había dedicado un artículo.
Esa noche la pasamos ensayando mentalmente nuestras letras y disfrutando de la compañía, riéndonos tanto de felicidad como de los inevitables nervios, ya que íbamos a estrenar un repertorio completamente nuevo en un espacio tan impresionante como el auditorio de Centro Botín, con la Bahía de Santander a nuestra espalda.
El sábado fue uno de esos días intensos que siempre recordaremos por la intensidad, la tensión, el trabajo en equipo y las agujetas. A primera hora tuvimos la oportunidad de visitar la exposición “Arte y arquitectura: un diálogo”, sobre la cual habíamos trabajado nuestros temas del directo “Barras & Espacios”. Fue emocionante poder contemplar directamente todas las obras que habíamos visto online, así como escuchar de boca de la responsable de la exposición los porqués de las mismas. Sorprendentemente, nuestras interpretaciones coincidían en lo fundamental con el sentido último que las y los artistas les habían dado. El arte tiene estos requiebros.
Después llegaron las pruebas de sonido. Empezamos dubitativos y algo retraídos, pero, poco a poco, fuimos adaptándonos al contexto y asimilando la responsabilidad que una cita así suponía. Cuando nos bajamos del escenario para ir a comer, lo hicimos con la seguridad de que seríamos capaces de darlo todo por la noche y meternos al público de Santander en el bolsillo.
Pero, antes del directo, teníamos otra estimulante cita en el Centro Botín: la actividad Conversar & crear, un taller de rap participativo en el que tuvimos la oportunidad de compartir nuestra experiencia, explicar nuestra metodología y crear un tema musical junto con las y los participantes.
Y, por fin, llegó el momento que tanto habíamos esperado y ensayado: el concierto. Todas y todos estábamos a tope de adrenalina, mezclada con grandes dosis de responsabilidad. En los camerinos, repasábamos nuestros temas, lo coros y hasta el peinado. Todo debía estar a punto para el concierto que suponía la vuelta a los escenarios de Tardes de Garaje.
La actuación la abrió Sofia Buc, mientras caminaba por el pasillo central del auditorio, interpretando “Sigo mis pasos”, un tema que nos ubicaba en su Guatemala natal. Después, las y los mc´s de Tardes de Garaje nos presentarían también sus muy diversos orígenes culturales, viajando entre el rap, el trap y el soul. Blue Magic nos habló de El Salvador con “Vidas marginales”, DJR recordó Colombia en “Coraline”, Artik trajo los aires argentinos con “Hasta luego”, Dreatt rememoró Perú en “Semillas bastardas”, Eiren expuso su peculiar conexión Rumanía-Perú) en “Cartier”, Zafra representó a España con “Harto”, Unzer nos habló de sus orígenes cubanos en “Dos minutos al tren” y Black BM cerró el bloque de Juventud en Tránsito desde Guinea Conakry con el emotivo tema “15 de enero”.
Tras esta variada presentación musical de parte de las y los integrantes de Tardes de Garaje, llegó el momento de representar la propuesta “Barras & Espacios”, que reinterpreta en clave rap una selección de obras de “Arte y arquitectura: un diálogo”. No sólo era la primera vez que subíamos al escenario esta propuesta, sino que también era la primera vez encima de un escenario para buena parte de las y los componentes del grupo. La tensión estaba a flor de piel, pero todo había marchado sobre ruedas, así que continuamos con fuerza, incidiendo en que el acceso a la cultura es un Derecho Humano.
Sofia Buc interpretó “Las olas”, revisando la obra de Anri Sala. Blue Magic hizo lo propio con el boom bap “Planeta mudo”, a raíz de la obra de Fernanda Fragateiro. DJR compartió el emocionante tema “Tiempo”, inspirado en Carlos Bunga. Artik sorprendió con “Amor entre líneas”, desde la propuesta de Martin Creed. Dreatt hizo poesía musical con “Ya no caen frutos”, inspirado en Miroslav Balka. Kane cantó la melódica “Aviones cruzados”, revisionando a Patricia Dauder. Zafra rapeó un impactante “Inestable”, reconstruyendo la obra de Carlos Garaicoa. Y Unzer fluyó a través del relajante tema “YoYo”, poniendo aún más flow a la creación de Carsten Holler. Como cierre de show, Sofia Buc volvió a subir al escenario para levantar al auditorio de sus asientos con “La pólvora”, tema fruto de la colaboración de la artista con el grupo Delaporte. Al finalizar los aplausos, nadie quería levantarse de su asiento: los bises sólo los evitaron el toque de queda.
Una vez en camerinos, mientras compartíamos algo de comer y agua, la alegría que nos desbordaba nos hizo olvidar por unos minutos el último año, las dificultades personales y sociales y hasta la hora de llegada al hotel. Para cuando regresamos a Madrid, de nuestras caras no se había borrado ni una sola de esas sonrisas que sólo la música puede dibujar en el rostro.