Alcanzar un estado de bienestar depende de 3 factores, el bienestar físico, el mental y el social. Atendido a estas 3 áreas de manera individual conseguiremos construir un triángulo del bienestar sólido y duradero.
Por estos motivos, en el grupo de Cuidado Personal, hemos decidido llevar a cabo 3 jornadas especiales, aunque todas están relacionadas entre sí, cada una de ellas dedicada a trabajar sobre el bienestar en sus respectivas áreas.
En el ámbito mental, dedicamos una jornada a trabajar la formación y la empleabilidad de las mujeres, atendiendo a las individualidades de cada integrante del grupo. Las nuevas tecnologías, que nos sirven tanto para buscar empleo como para formarnos profesionalmente, etc. son una pieza fundamental que ha de integrarse con la localidad y el tejido social cercano.
Para poder desarrollar esta parte, también se hace necesaria la disposición de herramientas y recursos, no sólo para acceder a la información y al mercado laboral, sino también para poder convertir esa información en conocimiento orientado a mejorar la empleabilidad.
Una parte muy importante de nuestra vida es la laboral. Es la que nos permite labrarse una carrera profesional, prosperar económicamente y poder cubrir las necesidades básicas.
El vértice físico, experimentamos con Cecilia Gala, reconocida profesional, en una jornada donde el cuerpo fue el elemento central sobre el que se desarrollaba todo lo demás. Durante esta jornada trabajamos la expresión corporal, el autoconocimiento y la escucha activa del cuerpo.
Éste, continuamente, se está comunicando con nosotros. Nos dice si se encuentra bien o mal, si necesita descansar o si la carga diaria la lleva bien, etc. Entrar en un diálogo con nuestro propio cuerpo nos permite mejorar nuestra salud y nuestras capacidades físicas. El cuerpo somos nosotros mismos y la manera en que existimos, nos permite estar vivos. Un mejor cuerpo nos permite tener una mejor vida, por eso es fundamental este vértice. Sin conseguir bienestar físico no podremos conseguir un bienestar general sólido y duradero.
Por último, en la punta social, desarrollamos una jornada orientada al eje sobre el que pivotan los actos sociales en nuestra cultura desde hace más de 5.000 años, compartir una comida. Ya sea una cena de empresa, un banquete de comunión, una merienda de cumpleaños, etc. son actos sociales que giran en torno a una idea, compartir una comida. Pertenezcamos a una clase social o a otra, a una época o a otra, en una estación del año o en otra, reunirse y compartir una comida es el mayor acto social. No sin motivo, recientemente, el Rey reunió a centenares de invitados para compartir una comida con motivo de sus 10 primeros años como rey. Tanto es así que hace más de una década la UNESCO reconoció a la dieta mediterránea como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
Por ello, fuimos al Museo Arqueológico Nacional a realizar una visita guiada de la exposición CONVIVIUM. Una exposición que muestra la historia de la dieta mediterránea y de cómo las relaciones sociales han estado milenios ligadas al acto de reunirse en torno a una comida. Después de disfrutar y aprender en CONVIVIUM, acudimos a nuestra segunda cita del día, un restaurante de comida mediterránea para dar continuidad en el siglo XXI a la tradición de generar, cuidar y mejorar las relaciones sociales, que, además, nos suponía un cierre festivo muy conveniente para terminar con las 3 jornadas sobre el triángulo del bienestar.
Al terminar las jornadas, las experiencias que vivimos realmente nos hicieron sentirnos bien. Además, aprendimos cómo cuidar cada vértice del triángulo para mantenernos bien en el día a día, de manera saludable e integrándolo en la cotidianidad.
¡Por un bienestar sólido y duradero que nos permita disfrutar más y mejor de la vida!