En esta ocasión, el grupo de Cuidado Personal se ha dedicado a sí mismo una salida especialmente pensada para desconectar y relajarse en un lugar mágico: los baños árabes Hammam que se encuentran en la plaza de Jacinto Benavente de Madrid.
No es la primera vez que realizamos una salida de este tipo, pero sí la que cuenta con un entorno tan preparado al detalle. Si no conocéis los baños, estos mantienen una estética de hammam tradicional, donde la luz de diferentes tonos se cuela por celosías con patrones meticulosamente ordenados y las fragancias flotan sutilmente en el aire. El silencio reina, sólo se oyen suaves chorros de agua que caen de las fuentes y los grifos, mientras la mayor parte de la luz de las estancias la proporcionan las velas aromáticas que llenan los rincones.
Comenzamos con un lavado de manos ritual en grupo. Pudimos elegir entre las diferentes esencias que trabajan allí y desde luego que fue complicado decidirse. Después del ritual en grupo, nos dirigimos hacia la parte más interior del edificio donde disfrutamos de la intimidad de las diferentes salas de baño, baño turco y duchas. Lugares donde el tiempo se paraba y podíamos tenerlo para nosotras, hablarnos, contarnos y apoyarnos. Es un verdadero lujo poder compartir con amigas y compañeras momentos así.
Entre susurros, risas y compartir partes de nuestras vidas, dejamos las estancias de los baños para ir a las de los masajes. Nos esperaban por delante unas sesiones para relajar todos los músculos del cuerpo a través de las técnicas tradicionales, esencias de aceite y un ambiente también muy mimado.
Pero lo mejor de todo fue, como siempre, poder compartirlo entre nosotras. ¡Y es que cada vez que nos juntamos nos llenamos de ilusión y esta ocasión no fue una excepción!