Hoy Buscando Fortuna ha tenido el gran placer de entrevistar a Reyes Monforte, una gran novelista y periodista. El encuentro se produce una calurosa mañana de julio de 2016 en la terraza de un café en Plaza de España (Madrid), en la que Reyes, una reconocida escritora y periodista (como ella misma se define), no duda en contestar, y con mucho cariño, a todas las preguntas que Buscando Fortuna le formula.
Por Alejandra Cuaresma, Yéssica Romero, Jessica Salguero y Sonia Sánchez.
BUSCANDO FORTUNA (B.F.). Hemos tenido el placer de leer “Besos de arena” y nos sorprende su complejidad, detalle y realismo, ¿esta dificultad motiva tu escritura?
REYES MONFORTE (R.M.). Yo soy periodista y el primer libro que escribí fue “Un burka por amor”. Conocí la historia en el programa de radio que hacía por la noche. Como periodista siempre me gusta estar al hilo de la actualidad porque la realidad siempre supera la ficción y prácticamente tienes el trabajo hecho. En el caso de “Un beso de arena” conocí a una familia de acogida de una niña saharaui que me contó todos esos problemas que la mayoría no conocía y en un libro puedes contextualizar, explicar por qué se ha podido llegar a esta situación. Precisamente eso es lo que te atrae, yo siempre intento buscar historias reales porque creo que le llegan más a la gente.
(B.F.). De hecho, las novelas que escribes se basan en historias que realmente está pasando en la vida real. ¿Crees que las personas en las que te inspiras se sienten realmente identificadas con tus novelas?
(R.M.). En realidad no lo sé pero no me importa demasiado, a mí en realidad me importa lo que digan los lectores. Yo no puedo tener relaciones con lo las personas que me cuentan las historias porque si no me puede afectar demasiado. Cuando escribes un libro, y más si son historias reales, tienes que terne cuidado porque si conoces el entorno o a alguien, pueden acusarte de haber construido un personaje demasiado bueno o demasiado malo. Por eso me informo de las historias para escribirlas, para que los lectores se identifiquen y sepan que hay historias, pero con las personas que me lo cuentan no tengo relación.
(B.F.). ¿Tienes un fin educativo o socializador?
(R.M.). Tengo interés en contar una historia, lo que pasa que cuando cuentas una historia la tengo que contextualizar, hay unos datos históricos que tienes que contar.
(B.F.). Tus novelas siempre son protagonizadas por mujeres, ¿es por algo en especial?
(R.M.). Es casualidad, lo importante son las historias y yo es que busco, que se han interesantes y llamen la atención, aunque las protagonistas principales sean mujeres hay muchos otros protagonistas hombres que si no hubiera sido por ellos no sería lo mismo.
(B.F.). ¿Cómo y cuándo supiste que lo tuyo era la novela?
(R.M.). Creo que todavía estoy en ello (risas). Yo, como os dije antes, no hubo un día en que me levante y dije “¡voy a escribir!”. Yo soy periodista y la escritura y el periodismo se dan la mano. Me dedico a escribir novelas porque la primera, “Un burka por amor”, funcionó bien y me aminé a escribir “Amor cruel”. Y claro, desde siempre me ha gustado leer, yo más que una escritora he sido una gran lectora y eso ayuda.
(B.F.). ¿Cuáles fueron en inicio tus expectativas al publicar “Un burka por amor”?
(R.M.). ¡No tenía ninguna! Yo creo que llegamos en el momento justo, a lo mejor si se llega a publicar un año antes o después no hubiera tenido la misma repercusión. No sabes cómo, ves que van haciendo ediciones y ediciones, y a día de hoy vamos por la 54 edición. Hasta ha llegado a publicarse en polaco, en alemán…Es una historia que interesa, no es de aquí o de allí, sino que ha llegado a muchos sitios.
(B.F.). ¿Qué te pareció la adaptación televisiva de “Un burka por amor”?
(R.M.). ¡A mí me pareció genial! Fue la ficción más vista de 2009 y de ese libro se vendieron un millón de copias aquí, en España. Una película empuja más a la gente a leer un libro, aunque siempre hay que saber que una adaptación es eso, una adaptación. Hay cosas que has tardado en escribir páginas y páginas y luego se resumen en unos segundos o ni siquiera aparecen, lo audiovisual es otro lenguaje.
(B.F.). Y, hablando de lenguajes diversos, ¿crees que las Tecnologías de la Información y la Comunicación modifican el escenario literario?
(R.M.). A los escritores nos dan más a conocer porque lo que va de boca en boca se conoce antes. Yo tengo Facebook y Twitter, y hay gente de fuera que me habla para decirme que el libro ha llegado a Alemania y que le han encantado mis libros. Siempre es una gran satisfacción saber que mis libros llegan tan lejos y que me hablen para decirme que les han gustado mucho.
(B.F.). ¿Cuál es tu método creativo?, ¿al escribir vas cambiando o improvisando escenas que no tenías pensadas?, ¿cómo construyes las historias?
(R.M.). Cada autor tiene una manera de escribir diferente. Yo cuando me pongo a escribir ya sé cómo es la historia, cómo empieza, cómo continúa y cómo acaba. Hay muchos compañeros que me dicen “yo sé como empieza, pero no sé cómo va a acabar”. Yo no soy así, yo tengo muy claro cómo va a ser mi novela, a lo mejor sí que es verdad que a medida que vas escribiendo puedes añadir algo porque piensas que va a quedar mejor o que de esa forma llega más a los lectores, pero el esqueleto lo tengo bien pensado. Mi método creativo es buscar una buena historia. Se dice que detrás de un titular siempre hay una buena historia y es totalmente cierto: muchas de mis historias las he buscado en prensa. De hecho “Un burka por amor” es una noticia que vi en “El Mundo” y decidí llamar a la protagonista para saber más detalles y poder escribir la novela. También he encontrado muchas historias que parecían estupendas y, cuando me he puesto a escribir, me he dado cuenta de que de esa historia no voy a sacar una novela. El proceso creativo es estar con los ojos y las orejas bien abiertas, incluso cuando estás de relax o de vacaciones. Hay que estar siempre atenta.
(B.F.). Así que ser escritora supone un esfuerzo y una dedicación constate para cada novela. ¿Estás continuamente escribiendo o te tomas un descanso entre cada novela?
(R.M.). Me suelo tomar descansos, pero principalmente porque viene la promoción del libro. En septiembre escribí el último libro, “Una pasión rusa”, y todo este año hemos estado en promoción, hemos estado llevando el libro por toda España, quedando con los lectores…En promoción no te puedes centrar en escribir otro libro. A mí me encantan las promociones porque tengo la oportunidad de conocer a los lectores y disfrutar de cada detalle que te comentan de las novelas.
(B.F.). Lo que es innegable es que cada novela tuya quiere reflejar sentimientos muy intensos, ¿alguna vez te ha costado seguir o terminar alguna de ellas por esas emociones?
(R.M.). La verdad es que no, yo voy siempre con las cosas claras para hacer mis historias. La historia que me costó un poco más, pero que la escribí sin problema, fue “La rosa escondida”, que trata de una chica bosnia que fue encerrada en un campo de violación cuando estalla la guerra en la antigua Yugoslavia. Esa fue la que más me costó porque conocí a la protagonista, porque después de todo lo que había pasado ella luchaba para ser feliz y para seguir viviendo. Me conmovió especialmente.
(B.F.). Analizando de forma retrospectiva todas las novelas que has escrito, ¿hay alguna novela que te hubiera gustado modificar o haber contado de otra manera?
(R.M.). No, ninguna. Yo escribo las historias como creo que hay que escribirlas y como yo creo que deben escribirse. Bien o mal, esa es la historia que yo quería contar.